sábado, 27 de diciembre de 2008

Diego de León, un héroe romántico (I)

El 15 de octubre de 1841 tiene lugar en Madrid un curioso espectáculo, Diego de León y Navarrete, glorioso militar español es conducido en carreta descubierta desde la prisión de Atocha por las calles de Madrid hasta el lugar donde va a ser ejecutado. Viste uniforme de gala y es vitoreado por la población que le aclama. El reo se mantiene firme y sereno afrontando con la mayor dignidad la muerte que le aguarda. Ya ante el pelotón de ejecución saca de su bolsillo unas monedas de oro y recompensa con ellas a los soldados que van a ajusticiarle. Leída la sentencia condenatoria, pide a los componentes del pelotón:
“¡Que no os tiemble el pulso!¡Al corazón!”
Y el mismo dirige da las órdenes de su ejecución.
La noche anterior escribió una carta de despedida a su esposa que tenéis en wikisource y que reproduzco a continuación:
“Amada Esposa;
Preveo que sobre estas líneas van a caer abundantes lágrimas; yo quisiera evitarte este dolor, pero es tan largo y acelerado el viaje que he de emprender que no puedo dilatar la despedida. Me dicen los amigos que la Sentencia que sobre mí ha recaído es injusta, pero cuando Dios la consiente la tendré merecida; por eso apelo a la resignación, que es el triste consuelo de los moribundos.
Indicarte los deberes que competen a la viuda de un soldado pundonor, sería ofenderte y no lo mereces, ni el trance pide argumentos de esta clase.
No solicites verme, no quebrantes con tu cariñosa presencia el vigor que necesito para morir como he vivido, ni busques duplicar tus dolores delante del que no ha de poder remediarlos.
Supla el cariño de nuestros hijos el inmenso amor de tu infortunado esposo y llévalos por la Senda honrada que anduvo su padre.
Quisiera estar hablándote toda la noche, por ser la última que te dirijo la palabra, pero hay deberes que me lo impiden.
El que vivió Caballero, es menester que muera Cristiano y el que merecerse a Dios, exige meditadas y supremas preparaciones.
Tuyo hasta exhalar el último Suspiro.
Diego de León.
La muerte menos temida da más vida. Diego de León”
Como veis la muerte de un valiente según los cánones del romanticismo. En la próxima entrada sabremos algo más del personaje.

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