María Teresa Álvarez nos traslada a Oporto, donde reside huyendo de una condena a muerte y protegida por el rey portugués María Pacheco la viuda de Juan Padilla una de las principales figuras del movimiento comunero ajusticiado tras la derrota de Villalar en 1521 por las tropas leales a Carlos I, el nieto de los Reyes Católicos.
A través de los recuerdos de esta mujer, perteneciente a la alta nobleza y que compartió los ideales de su marido contribuyendo a la defensa comunera y a la oposición al fortalecimiento de los poderes de la Corona con el emperador Carlos, entramos en contacto con los problemas que tiene planteados la sociedad española de finales del siglo XV y principios del XVI.
Aparecen la subida al trono de Isabel de Castilla enfrentada a Juana “la Beltraneja” como fruto de la oposición al rey Enrique, la política seguida por Fernando de Aragón en la anexión de Navarra y su enfrentamiento con Francia, la ascensión al trono de Carlos I continuando la marginación de Juana la Loca, el desembarco de Carlos en Castilla y el vuelco que supuso para la vida del país los acompañantes flamencos que forman su círculo de confianza, la presión fiscal provocada por la elección imperial y la resistencia a este incremento de los impuestos por parte de las ciudades castellanas y otros muchos asuntos claves para entender el mundo de ese momento.
Destaca en especial el tratamiento de la unidad religiosa impuesta por los Reyes Católicos sobre la población de origen musulmán y judío vista por medio de dos personajes principales: Moraima, la íntima amiga de María Pacheco, residente en el Albaicín y compañera de infancia y juventud en la Alhambra, donde el padre de María era gobernador, musulmana falsa conversa; Isaac Benadrete judío de Toledo y amigo de la comunera que vive drama similar drama al de Moraima, falso converso por la imposición religiosa del cristianismo que los Reyes Católicos realizaron. Por medio de ellos conocemos la difícil situación en la que la unificación religiosa colocó a tantas personas y sus íntimos problemas.
Escrito por una periodista bien documentada sobre la época y los personajes el libro resulta ameno, fácil y aceptablemente escrito.