Arias Navarro fue presidente entre 1974 y 1976 . Eran tiempos en que se planteaba la sucesión del generalísimo y el futuro de España tras él.
Presidió el último gobierno de Franco y el primero del rey Juan Carlos. En el primero hubo una cadena de dimisiones de personas que eran consideradas por la sociedad española como aperturistas y de quienes se esperaba que pudiesen encaminar el régimen franquista hacia una democracia.
El presidente Arias había impulsado el espíritu del 12 de febrero, fecha de un discurso pronunciado ese día en el año 1974 que suscitó esperanzas sobre la posibilidad de una apertura a la democracia por parte del régimen, pero en octubre de 1974 esa esperanza es enterrada definitivamente al producirse una crisis de gobierno en la que el ministro de Información y Turismo, Pio Cabanillas, es cesado e inmediatamente se produce la dimisión en solidaridad con él del ministro de Hacienda, Antonio Barrera de Irimo. A esta dimisión le sigue una cascada de dimisiones de altos cargos de diversos ministerios e instituciones que evidencian la imposibilidad de un cambio. Entre los dimisionarios encontramos personas que tendrán gran protagonismo en el futuro de España: Francisco Fernández Ordóñez, Miguel Boyer, Marcelino Oreja, Ricardo de la Cierva, Carlos Bustelo, Alejandro Royo-Villanova, Fernando Castedo, Juan José Rosón, Juan Luís Cebrián, Carlos Solchaga, entre otros.
El cese del ministro Pio Cabanillas al parecer fue solicitada por el propio Franco al que habrían enseñado un dossier con ejemplos de lo que a la prensa se le estaba permitiendo publicar. En esos momentos la prensa realizaba una importante labor al ir creando un ámbito de libertad en el campo de la información que rompía con la tradición de una prensa oficialista y amordazada. Las sanciones se producían contra las publicaciones pero a la calle llegaban informaciones cada vez más libres que contribuían a un abierto debate sobre el final del franquismo y la necesidad de un cambio democrático. Acompañaba a la relajación de la censura política el reblandecimiento de la censura “moral” que permitía imágenes desacostumbradas de la anatomía femenina.
Los involucionistas confeccionaron a base de publicaciones de prensa un informe que presentaron a Franco en el que acusaban al ministro de permitir la pornografía y de que Televisión Española, la única que entonces existe, es un nido de rojos. Franco habría cedido y solicitado a Arias el cese del ministro.
También pudo haber influido en la decisión de Franco el que algunos de estos políticos estuviesen preparando el convencer al entorno del gobierno de la necesidad de que Franco en vida dejase paso al reinado de Juan Carlos. La familia de Franco, en concreto su yerno el marqués de Villaverde, se alarman ante esta perspectiva e influyen en su suegro en tal sentido.
El hecho es que tras las dimisiones, Arias está más cerca del Bunker que de los aperturistas y la esperanza que Arias pudo haber supuesto está claramente perdida