lunes, 26 de enero de 2009

El asesinato dePrim (y II)




Sobre el responsable, o los responsables, del asesinato se apuntó en varias direcciones, El sumario alcanzó los diez y ocho mil folios y a su cargo estuvieron hasta trece jueces. Al fin, tras ocho años de instrucción, muchas trabas la causa fue sobreseída y todos los sospechosos fueron puestos en libertad. Es por eso por lo que se puede hablar de misterio. Se publicaron numerosas obras. En 1960 el conocido abogado oriundo de Reus, como Prim, dedicó un estudio al sumario concluyendo que fue Paul y Angulo el que dio la voz de fuego, que detrás estaba el responsable de la guardia personal del general Serrano, José María Pastor; en la conjura habrían intervenido también algunos carlistas y ex presidiarios reclutados por Felipe Solís ayudante del duque de Montpesier. Veamos algunos de los sospechosos.
El primero de ellos es un republicano federal, José Paul y Angulo, andaluz y diputado en Cortes que dirigía un periódico: “El Combate” tremendamente crítico con Prim y que publicó en días previos artículos incendiarios. Uno de ellos llama a la insurrección armada y es interpretado como una instigación al magnicidio. Se dijo por algunos de los testigos que su voz era la que ordenó fuego. Se le vio salir del Congreso antes que Prim y de modo precipitado. Después del atentado se escapó de España y sobre él cayeron las primeras sospechas. Había colaborado con el asesinado en la revolución gloriosa y se sentía traicionado al ver que Prim defendía la solución monárquica. Paul y Angulo siempre se defendió su inocencia y hay puntos contradictorios en la acusación sobre él. En el exilio de París publicó un folleto en 1886 en el que sostiene que son otros los autores. El mismo Pedrol aún sosteniendo su autoría considera que detrás de él tienen que estar otros.
Otro de los sospechosos es el general Serrano, el famoso “general bonito” que en aquel momento era regente. Un cabo del ejército se prestó a identificar a una persona que según él era el promotor del asesinato. El identificado fue José María Pastor, que como hemos dicho era responsable de la guardia personal de Serrano. Pastor estuvo preso por este asunto, si bien no reconoció ser culpable. Se le acusa de sobornar a testigos para que no declarasen en su contra. Las declaraciones contra él le acusan de ser el organizador, de acoger a los ejecutores en su casa la noche del 27 de diciembre y de prometer a los participantes la protección de un alto personaje. Hay más fundamentos para creer en la participación directa de Pastor que en la de Paul y Angulo. ¿Estaría Serrano detrás?
Se sospechó también del duque de Montpesier, cuñado de IsableII y suegro de Alfonso XII. Personaje curioso que conspiró contra su cuñada y aspiró a ocupar el trono de España. Un ayudante de éste, Felipe Solís, resultó implicado por varios testigos si bien parece que logró comprar sus cambios de declaración e incluso uno de los que mantenía la acusación contra él fue asesinado. Pedrol en su libro sostiene que Solís reclutó asesinos financiado con el dinero de Montpesier y utilizo a Pastor, el relacionado con Serrano como intermediario. Angulo habría sido utilizado por los anteriores aprovechando su inquina contra Prim. Desde luego el caso fue sobreseído en 1878 y el rey Alfonso XII se había casado con la hija de Montpesier, María de las Mercedes, ese año. ¿Tienen relación estos dos hechos? Se habría archivado el caso para librar de sospechas al suegro del rey?.
Otra de las vías de explicación pasa por la isla de Cuba. Prim tenía allí enemigos entre los interesados en mantener la esclavitud y entre los partidarios de que no cambiase la relación con España. Ambos grupos temían las conversaciones de Prim con Estados Unidos. Había propuesto la independencia si los cubanos así lo decidían, amnistía para los independentistas y una compensación económica para España que aportarían los Estados Unidos. Algunos pensaban que intereses contrarios a estas propuestas podrían financiar el atentado.
En resumen: muchos coinciden en que Paul y Angulo fue el organizador material, aunque no todos están de acuerdo. En cuanto a Serrano y Montpesier no aparecen implicados directamente, sino simplemente gentes de su entorno. Hoy por hoy el asesinato sigue sin aclararse y puede que no se aclare nunca. ¿Comparable al de Kennedy?

El asesinato dePrim (I)




Conocidos con detalle los hechos más inmediatos, todavía hoy se habla de misterio y se lanzan diversas hipótesis sobre los auténticos planificadores del magnicidio.
Los hechos podemos resumirlos del siguiente modo. La revolución gloriosa que había destronado a Isabel II está a la búsqueda de un rey, había conseguido que las Cortes aceptasen la candidatura de Amadeo de Saboya y que este no hubiese rehusado el cargo. El promotor de la candidatura era el general Prim. Este popular y valeroso general había llegado a la cúspide de su carrera. Héroe ya en la primera guerra carlista ganó ascensos y títulos con su valor en el campo de batalla, llegando a marqués de Castillejos con grandeza de España. Artífice de la revolución de septiembre ocupa en ese momento la presidencia del Consejo de Ministros.
Su posición le obliga a tomar decisiones que van minando sus apoyos y comprometiendo su popularidad. No es lo mismo estar en la oposición que en el gobierno. Su posición favorable a la monarquía le aleja de los republicanos, algunos de los cuales le empiezan a ver como un traidor. Los borbónicos, alfonsinos o isabelinos, no le perdonan sus hechos y su famoso discursos “jamás, jamás, jamás” en el que afirma que la dinastía de los borbones nunca regresará al trono. La búsqueda de un rey le va granjeando enemistades entre los candidatos rechazados y oposiciones en el Parlamento.
Corría el día 27 de diciembre de 1870, sobre las siete y media de la tarde el general abandona el Parlamento después de charlar y bromear con varios diputados. Es una tarde fría y desapacible, está nevando y ya ha oscurecido. Abandona las Cortes y sale a la calle Floridablanca. Sube a su carruaje. Ya montado en el coche se presentan Sagasta y Herrero de Tejada para comentarle detalles de última hora. Los hace subir y en el vehículo departen un rato. Acabada la conversación los visitantes descienden y dejan lugar a dos ayudantes del general: Moya y Gónzalez Nadín. El cochero pone en marcha la berlina. Al llegar a la calle del Turco a la altura de las casas número 1 y 3 se detiene porque el paso está obstaculizado por otros dos carruajes, uno estacionado y otro acaba que acaba de llegar. El ayudante Moya a través del vidrio del coche distingue a unos hombres armados con trabucos y alerta:
“¡Mi general, que nos hacen fuego!”.
Hombres armados se acercan. Uno rompe el cristal y apuntando a Prim le dice:
“¡Prepárate que vas a morir”.
Al instante se desencadena un lluvia de fuego, la metralla entra en tromba por ambos lados. El cochero fustiga los caballos al darse cuenta de lo que está ocurriendo y consigue sortear los obstáculos. Llega al palacio de Buenavista, residencia del Ministerio de la Guerra. La mujer de Prim, sobresaltada por los disparos que ha oído, los aguarda. El general le dice:
“Mira como han puesto a tu marido”.
Sube la escalera dejando un reguero de sangre y entra sus habitaciones. Le ayudan a quitarse el abrigo. Está herido en la mano y en el hombro. Se avisa a los médicos.
Las heridas son graves y a pesar de los intentos de diversos galenos Prim fallece tres días después, a las nueve de la noche del 30 de diciembre.
En esos días las noticias y los rumores sobre lo ocurrido se disparan. Se habla de que se un grupo de embozados avisó de la salida del carruaje a través de una señal. Uno enciende un fósforo, al verlo se enciende otro y así a través de la cadena la señal llegaría desde la puerta del Parlamento a la calle del Turco donde los asesinos se disponen a cumplir con su tarea.
Estos detalles son conocidos como otros muchos, pero sobre los últimos responsables aún hoy no se ha hecho la luz. Ni los dieciocho mil folios del sumario, ni el cúmulo de artículos y libros publicados consiguen levantar los velos del misterio.

Continúa en el siguiente enlace.

jueves, 15 de enero de 2009

La guerra de la Cochinchina




Durante el reinado de Isabel II, estando O´Donell en el poder, en el llamado “gobierno largo” entre 1858 y 1863,emprende una política de campañas exteriores con el fin de recuperar prestigio internacional y a la vez unir a los españoles en una tarea común. Se interviene en México, en Santo Domingo, en el Norte de África y en la zona del actual Vietnam, la Cochinchina.
De todos es conocida la presencia militar norteamericana que les llevó a una complicada derrota después de una gran escalada militar. La presencia americana en esas tierras había venido a sustituir a la francesa, que tras la segunda guerra mundial era incapaz de resistir la corriente independentista inspirada por los comunistas que luchaban por expulsar a los franceses.
La dominación francesa se remontaba precisamente a esta guerra de la que hablamos. En Francia manda Napoleón III que mantiene buenas relaciones con España e intenta embarcarla en sus aventuras. España conserva de los restos del imperio todavía no perdidos las islas Filipinas. Por otra parte no tiene energía para lanzarse a ampliar su imperio en tierras del continente asiático. La presencia de tropas españolas en Filipinas es escasa y a duras penas llega para ejercer el control del territorio. Los franceses están interesados en la zona.
Se presenta un “casus belli”, en el reino de Annam se persigue a los católicos. El obispo de Platea, misionero español es apresado y asesinado por difundir la fe. Fray Melchor García Sampedro, otro misionero, hace saber de la situación a las autoridades españolas. Los franceses ven la ocasión oportuna, ellos disponen de tropas y de barcos para una expedición, los españoles pueden proporcionarles la base de operaciones en las Filipinas. El acuerdo llega y se decide enviar una expedición de castigo, fundamentalmente francesa, a la que apoyan unidades españolas al mando del coronel Bernardo Ruíz de Lanzarote. Llegan las tropas a finales de agosto de 1858. Se pretende evitar la muerte de Fray Melchor y liberar a los misioneros a la vez que conseguir la libertad religiosa para los católicos. Los franceses están interesados en hacerse con el dominio de la zona, ellos son los que dirigen las operaciones. Al no conseguir conquistar Hué toman Saigón y allí esperan refuerzos. Con ellos conquistarán el territorio. La victoria llega demasiado tarde para los misioneros. Fray Melchor García Sampedro había sido descuartizado bárbaramente. Sus restos se conservan en la catedral de Oviedo, fue canonizado en 1988, se le conoce como San Melchor de Quirós.
Al contingente español se había sumado el comandante Palanca que será el que ejerce el mando las tropas españolas hacía el final de la aventura, ya con el grado de coronel y el que tratará de conseguir ventajas para nuestro país. No tiene éxito por la falta de fuerzas y el abandono en que es dejado.
En marzo de 1862 el conflicto se da por terminado. Tras el tratado de Tianjin los franceses se quedan con el territorio. España consiguen que haya libertad para los católicos, pero al no disponer de tropas suficientes para dominar algún territorio nuevo no puede sacar partido de la aventura.
Sobre esta guerra ha publicado un amplio y documentado libro un militar español, el general Luís Alejandre Sintes, que fue Jefe del Estado Mayor del Ejército en los años 2003 y 2004. El libro se titula Guerra de la Cochinchina.
La imagen está tomada de la web de los dominicos: www.dominicos.org

domingo, 11 de enero de 2009

Yo el Rey



Este libro de Vallejo-Nagera, que fue premio Planeta en 1985 me parece que puede resultar interesante. Se trata de una novela en la que el autor se coloca en la piel de José I y nos cuenta sus impresiones de la situación histórica de España en la guerra de la Independencia. El autor ha buscado una abundante documentación y dada su condición de psiquiatra y novelista sabe crear muy bien las interioridades del personaje haciéndolo parecer real. Vemos desfilar a las personalidades del momento y nos enteramos de la relación ambivalente que mantiene con su hermano Napoleón.

sábado, 3 de enero de 2009

Carlos III y los belenes



Este es el misterio del llamado "Belén del Príncipe". Es llamado así porque para lo encargó Carlos III para su hijo Carlos IV. Se compone de figuras napolitanas y de otras, más de doscientas, que solicitó a artistas españoles, entre ellos Salzillo. Estas figuras son de distintos tamaños para poder crear efectos de perspectiva. Esta año este belén se expone el Palacio Real de Madrid hasta el siete de enero.

De Carlos III suele decirse que es el introductor del Belén en España. Esto no es exactamente así. La orden franciscana fue la que difundió esta piadosa y emotiva costumbre navideña. Carlos III contribuyó a extender esta práctica en su Corte y por imitación entre las clases altas. Luego se fué difundiendo entre el resto de la población.

Del Siglo XVI se conserva en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid el llamado Belén de Coral, llamado así porque sus figuras están hechas de este material, bronce y plata. No sabemos quienes fueron sus autores. Con lo que es evidente que se confeccionaban belenes antes de Carlos III.

jueves, 1 de enero de 2009

Cifras de población de España

El Instituto Nacional de Estadística publicó las cifras del padrón de habitantes correspondiente al 1 de enero de 2008. Estas cifras fueron hechas oficiales después de ser aprobadas el 26 de diciembre del presente año. La consulta de los datos que es interesante podéis hacerla en la página del INE
En España a 1 de enero de 2008 había 46.157.822 habitantes, el 1 de enero de 2007 había
45.200.737, lo que supone un crecimiento de casi un millón de persona en un año, exactamente
957.085; esto representa un crecimiento del 2,12 % . Por provincias este crecimiento es muy desigual. Orense pierde 837 habitantes, lo que representa un 0,25% de su población mientras que Madrid es la provincia que más crece en términos absolutos 189.949, lo que supone incrementar su población en un 3,12% situándose en 6.271.638 personas empadronadas.
Os dejo aquí un resumen de la variación entre el padrón del año 2007 y el del 2008 con el total de España y la variación provincial.