jueves, 15 de enero de 2009

La guerra de la Cochinchina




Durante el reinado de Isabel II, estando O´Donell en el poder, en el llamado “gobierno largo” entre 1858 y 1863,emprende una política de campañas exteriores con el fin de recuperar prestigio internacional y a la vez unir a los españoles en una tarea común. Se interviene en México, en Santo Domingo, en el Norte de África y en la zona del actual Vietnam, la Cochinchina.
De todos es conocida la presencia militar norteamericana que les llevó a una complicada derrota después de una gran escalada militar. La presencia americana en esas tierras había venido a sustituir a la francesa, que tras la segunda guerra mundial era incapaz de resistir la corriente independentista inspirada por los comunistas que luchaban por expulsar a los franceses.
La dominación francesa se remontaba precisamente a esta guerra de la que hablamos. En Francia manda Napoleón III que mantiene buenas relaciones con España e intenta embarcarla en sus aventuras. España conserva de los restos del imperio todavía no perdidos las islas Filipinas. Por otra parte no tiene energía para lanzarse a ampliar su imperio en tierras del continente asiático. La presencia de tropas españolas en Filipinas es escasa y a duras penas llega para ejercer el control del territorio. Los franceses están interesados en la zona.
Se presenta un “casus belli”, en el reino de Annam se persigue a los católicos. El obispo de Platea, misionero español es apresado y asesinado por difundir la fe. Fray Melchor García Sampedro, otro misionero, hace saber de la situación a las autoridades españolas. Los franceses ven la ocasión oportuna, ellos disponen de tropas y de barcos para una expedición, los españoles pueden proporcionarles la base de operaciones en las Filipinas. El acuerdo llega y se decide enviar una expedición de castigo, fundamentalmente francesa, a la que apoyan unidades españolas al mando del coronel Bernardo Ruíz de Lanzarote. Llegan las tropas a finales de agosto de 1858. Se pretende evitar la muerte de Fray Melchor y liberar a los misioneros a la vez que conseguir la libertad religiosa para los católicos. Los franceses están interesados en hacerse con el dominio de la zona, ellos son los que dirigen las operaciones. Al no conseguir conquistar Hué toman Saigón y allí esperan refuerzos. Con ellos conquistarán el territorio. La victoria llega demasiado tarde para los misioneros. Fray Melchor García Sampedro había sido descuartizado bárbaramente. Sus restos se conservan en la catedral de Oviedo, fue canonizado en 1988, se le conoce como San Melchor de Quirós.
Al contingente español se había sumado el comandante Palanca que será el que ejerce el mando las tropas españolas hacía el final de la aventura, ya con el grado de coronel y el que tratará de conseguir ventajas para nuestro país. No tiene éxito por la falta de fuerzas y el abandono en que es dejado.
En marzo de 1862 el conflicto se da por terminado. Tras el tratado de Tianjin los franceses se quedan con el territorio. España consiguen que haya libertad para los católicos, pero al no disponer de tropas suficientes para dominar algún territorio nuevo no puede sacar partido de la aventura.
Sobre esta guerra ha publicado un amplio y documentado libro un militar español, el general Luís Alejandre Sintes, que fue Jefe del Estado Mayor del Ejército en los años 2003 y 2004. El libro se titula Guerra de la Cochinchina.
La imagen está tomada de la web de los dominicos: www.dominicos.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario