lunes, 20 de octubre de 2008

La elección de los alcaldes de Daganzo

Una mirada a las obras literarias nos aclara aspectos de la sociedad de su momento. En el entremés "La elección de los alcaldes de Daganzo" de Cervantes, cuatro candidatos se presentan para el puesto. Se les está entrevistando para el cargo y con uno de ellos, Humillos, se produce el siguiente diálogo:

BACHILLER

¿Sabéis leer, Humillos?

HUMILLOS

No, por cierto,
ni tal se probará que en mi linaje
haya persona tan de poco asiento,
que se ponga a aprender esas quimeras,
que llevan a los hombres al brasero,
y a las mujeres, a la casa llana.
Leer no sé, mas sé otras cosas tales
que llevan al leer ventajas muchas.

BACHILLER

Y ¿cuáles cosas son?

HUMILLOS

Sé de memoria
todas cuatro oraciones, y las rezo
cada semana cuatro y cinco veces.

RANA

Y ¿con eso pensáis de ser alcalde?

HUMILLOS

Con esto, y con ser yo cristiano viejo,
me atrevo a ser un senador romano.

Con ironía cervantina muestra el efecto de la Inquisición que lleva al desprecio del leer y de la cultura. El saber leer puede llevarte a la hoguera. En un mundo de sospecha el campesino Humillos desprecia al letrado porque se siente más seguro. Los rezos bastan para un cargo y sobre todo es suficiente ser cristiano viejo.

La conversión forzosa de judíos y moriscos hace que las clases humildes de vieja ascendencia cristiana se sientan superiores incluso sobre los letrados. Tienen "limpieza de sangre", cosa de la que no siempre pueden presumir grupos sociales más elevados. Un cristiano viejo puede aspirar a cualquier cargo.

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